Cerca de donde estoy viviendo estos días hay un café con aspecto occidental bastante cómodo pero con un nombre fatal: Sarna Coffee. El recurso de la legitimación en los nombres de los negocios chinos está ampliamente extendido. Habitualmente utilizan palabras del inglés, castellano e italiano y no hay día que no te cruces con una tienda (principalmente de moda o complementos) cuyo nombre es gracioso, está mal escrito o suena mal. Es tan común que debe dar resultados y en realidad, creo que es algo que hacemos todos independientemente del país y el ámbito de dedicación. Hay ejemplos para aburrir.
Por cierto, parece que éste negocio ha copiado la imagen al de la cadena Costa Coffee.
PD: Bola extra, no te pierdas el fenómeno del chinglish. Divertidísimo. La web está llena de ejemplos.
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