Momentos de espera

Actividades como leer una revista son propias de los momentos de espera. Están ahí para rellenar un hueco y las abandonamos en cuanto salimos de ese momento de transición. Son aquellos momentos en los que aparentemente no hacemos nada, huecos esperando una oportunidad de ser rellenados con algo mínimamente productivo o interesante.

Últimamente disfruto mucho de esos momentos de espera. Los encuentro altamente productivos para ordenar mis pensamientos. Suelo decir que no me aburro porque siempre estoy pensando cosas que quiero hacer. Y cuando digo que estoy aburrido es porque en realidad no puedo comenzar con lo que quiero hacer en ese preciso instante. Estos momentos en los que no haces aparentemente nada son tan importantes como los más productivos.

 

Estructura y ubicación

Más de 50.000 metros cuadrados de comercios y restaurantes frente a un directorio ejemplarmente claro. En el South Village de Sanlitun en Pekín es muy fácil moverse. Y no sólo al usar el directorio de comercios, la cualidad quizás más destacable es que cada edificio es distinto. Cada esquina tiene distancias y ángulos característicos por lo que aún de noche es intuitivo conocer tu ubicación. Fué diseñado por el estudio de arquitectos The Oval Partnership.

Elección y atención

Es fantástico observar como un objeto hace “pop-up” cuando es ligeramente distinto a la serie que lo contiene. ¿Hasta qué punto juega un papel decisivo este efecto en nuestras decisiones de compra?.

Foto tomada en Harbin.

Terminales digitales y experiencias de compra

Hace ya unos meses  Carlos Navalón me mostró unas fotos de ipads en algunas tiendas de Nueva York que se ofrecían a modo de catálogo virtual. Prendas y precios disponibles desde un soporte en la pared. Éste de la foto es un caso idéntico con el que me crucé recientemente en una tienda de Nike. Justo unos días antes ví un par de iPads a modo de directorio en el hall de entrada de un gran centro comercial y poco después otros en la entrada de un restaurante. Empieza a ser algo común.

La idea me gusta, no puedo decir lo contrario. Pero en los ejemplos que he conocido hay algo extraño. Cierta ambigüedad de intenciones. Como un exhibicionismo tímido sí se puede decir así. Los terminales no parecen ocupar el espacio que se merecen. Los he visto en segundo plano. Es quizás un plano protegido. Bajo soportes antivandálicos que hacen de su uso algo francamente incómodo por la posición fija que mantienen.

El iPad es un dispositivo de aspecto fantástico. Y tiene un coste notable. ¿Son estos usos simples maniobras de ostentación?. Si por el contrario hay una intención honesta de mejorar la experiencia asociada al servicio deberían permitir utilizar los terminales con mayor libertad.

¿Por qué no desplazarnos con el terminal para que me asesore por el establecimiento?. Hay un universo de posibilidades por explorar en estos procesos de compra asistidos.

Por cierto, de la aplicación en el iPad de esta tienda mejor ni hablamos.

Pistas de autenticidad

Pistas-de-autenticidad

En China desde un sencillo cepillo de dientes a un ordenador portátil es susceptible de ser en realidad una copia. No importa el lugar donde lo adquieres. Las copias, a veces casi perfectas, están por todas partes. Esto genera una actitud inquisidora, cierto estrés y desconfianza continua como consumidor.

Atención pregunta: ¿es el CD de arriba original?. No supe descubrirlo, pero ese “CD is Made in America” me hizo pensar un buen rato.

Legitimación a través del lenguaje extranjero

Cerca de donde estoy viviendo estos días hay un café con aspecto occidental bastante cómodo pero con un nombre fatal: Sarna Coffee. El recurso de la legitimación en los nombres de los negocios chinos está ampliamente extendido. Habitualmente utilizan palabras del inglés, castellano e italiano y no hay día que no te cruces con una tienda (principalmente de moda o complementos) cuyo nombre es gracioso, está mal escrito o suena mal. Es tan común que debe dar resultados y en realidad, creo que es algo que hacemos todos independientemente del país y el ámbito de dedicación. Hay ejemplos para aburrir.

Por cierto, parece que éste negocio ha copiado la imagen al de la cadena Costa Coffee.

PD: Bola extra, no te pierdas el fenómeno del chinglish. Divertidísimo. La web está llena de ejemplos.